GERTRUDIS

La Corona no es esa joya que llevas sobre tu cabeza. La Corona es tu cuerpo. La Corona eres tú.

jueves, 25 de julio de 2019

EL OTRO LADO DE LA LUNA - Critica de Mariángeles Sanz para Luna Cultural


Si no supiéramos que Gertrudis es la madre de Hamlet pensaríamos al escucharla dudar como escribirle, que sólo es una madre preocupada por su hijo y su reacción ante la muerte de su padre, ante el posible casamiento de ésta con su tío. Pero Gertrudis es un personaje de Shakespeare, y por lo tanto, cada una de sus acciones, cada una de sus palabras son signos, una cadena de significantes que como una huella sangrienta nos lleva de la mano a la tragedia. Porque en su decisión se juega más que el enojo filial, se juego el destino de un reino, el que ella gobierna con su cuerpo sin cabeza, porque ésta es la de su esposo, sea cuál fuere el mismo.

Mujeres en las historias de las obras clásicas, mujeres, las de la Historia Universal, atravesadas por un poder que las excede, condenadas a ser herramienta y no mano que ejecuta. Así nos señala el dramaturgo a su personaje cuando nos muestra no los acontecimientos que describe el vate inglés, sino el sujeto Gertrudis, una mujer que tiembla, que nunca ha sentido el placer, que nunca ha amado hasta ese presente de encrucijada, donde la muerte de uno es vida para ella.

Stella Matute le da carnadura a esa mujer atormentada, con gestos, palabras, las propias y las ajenas, con sutilezas, con el temblor de la revelación: la de su propio cuerpo renacido, y la del destino de una decisión que le traerá más de un dolor de cabeza con ese hijo que ignora, ignora la verdad. Y lo hace con una fluidez, con una comprensión del alma que la transita, que nos suspende en sus palabras esperando, tal vez, algún otro final para ella, que el que sabemos tendrá.

Metáfora de muchas otras, ayer como hoy, el personaje da vuelta su imagen de perfidia y de la mano del dramaturgo nos aproxima al borde de una vida que nunca tuvo posibilidad de decidir, y que está vez tampoco, sólo que su cuerpo reacciona al calor de las caricias y no necesita razones. Por una vez el mandato será obedecido por su deseo de mujer.

Una puesta intensa, con una muy buena performance de la actriz, que se construye a partir de las palabras, de los gestos, dándole sentido a los objetos que la rodean: el papel y la pluma, la cadena con la cruz, la corona, y sus ropajes de encaje rojo y forro negro, que guardan los dos sentimientos que la envuelven: el duelo, y la pasión. Cada elemento tiene su función dentro de una puesta cuyo soporte es la palabra, donde el personaje es un sujeto que intenta explicarse para poder explicar lo que le pasa, sin saber si podrá, que se enfrenta a los poderes que gobiernan su género: el reino y su condición de madre.

Ficha tècnica: Gertrudis de Fernando Musante. Intèrprete: Stella Matute. Mùsicos: Bruno Bragato, Santiago Rosso. Vestuario y escenografìa: Alejandro Mateo. Maquillaje: Cholu Dimola. Diseño de luces: Carlos Rivadero. Realizaciòn de escenografìa: Gustavo Di Sarro. Realizaciòn de vestuario: Titì Suàrez. Realizaciòn de pelucas: Myriam Manelli. Mùsica original: Santiago Rosso. Operaciòn Tècnica: Juliàn Bisogno. Fotografìa y prensa: Silvia Macri. Diseño gràfico: Pablo Hulgich. Asistente de direcciòn: Graciela Ramìrez. Direcciòn: Santiago Doria. Duraciòn: 60 minutos. Sala 3 de Teatro de la Comedia.

Link de la crítica: https://lunateatral2.wordpress.com/2019/07/10/gertrudis-de-fernando-musante/

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